Por muchas razones, California necesita poca presentación. Este célebre estado es el hogar de tres de las ciudades más famosas de EE.UU.: Los Ángeles, donde sus parques temáticos familiares y el glamour de Hollywood iluminan el mapa; San Francisco, un icono metropolitano donde el emblemático Puente Golden Gate y la interesante historia de Alcatraz son tan sólo dos de los símbolos de una ciudad de cultura; y la (por lo general) soleada ciudad de San Diego, con sus playas y estilo de vida relajado.
Estas tres ciudades ocupan las primeras posiciones de la costa, lo que las convierte en ideales para días de descanso en la arena o la oportunidad de tomar uno de los clásicos viajes por carretera. La famosa Highway 1 recorre desde Orange County, al sur de los Ángeles, hasta Mendocino County, al norte de San Francisco, ofreciendo asombrosas vistas del Pacífico en su recorrido (sin menospreciar Big Sur en Monterey County).
Sin embargo, hay mucho más en California que sus costas. El estado tiene gran renombre por sus vinos, producidos en centros vitícolas como Napa y Sonoma. Mientras te diriges al interior podrás encontrar áreas de paisajes contrastantes: el Parque Nacional Yosemite, con sus altas cumbres y profundas cascadas, y las duras condiciones y el calor del desierto en el Parque Nacional del Valle de la Muerte.
Y donde hay sol, también hay nieve. California puede presumir de tener muchas zonas para esquiar de primera clase, donde te esperan infinidad de pendientes como las de Mammoth Lakes y Olympic Valley.